Oro: políticos, empresarios, funcionarios públicos y pueblo.
Estos días en Honduras se tiene un proceso
de negociaciones políticas y económicas sobre la ley de minería, que no está a
luz e interés público; ¡claro, si estos días, todo ha girado en las elecciones
primarias! Bien dicen por las calles, que las primarias son una anestesia social y política en el país.
La sociedad civil organizada en la defensa
ambiental, “alianza ambiental en Honduras”, tendrá su tercer encuentro para tratar
la manera de enfrentar las propuestas oscuras y de muerte que trae la propuesta
de la ley de minería al país.
Basta darle una mirada a dos explotaciones
mineras en el país, el Mochito y Valle de Siria, para estar claros de los daños
humanos, comunitarios y ambientales.
Si damos una mirada por todo el continente
Latinoamericano, nos daremos cuenta sobre el conflicto que trae la minería en
la población. Para hablar de la lo que hará la minería, solo se necesita
estudiar un poquito sobre los daños que proceden del “cianuro”: un químico contaminante
que genera muerte donde pase; principalmente a la preciosa “hermana agua”, tan
necesaria y vital.
Analicemos estas palabras escritas estos
días, sobre una explotación minera en el vecino país de Guatemala:
“Felicito a los habitantes de
Mataquescuintla, Jalapa, que a través de una consulta popular expresaron su
rechazo a la explotación minera que tanto daño ecológico y conflictividad
social ha causado. En una visita al país del ahora expresidente de Perú
Alejandro Toledo, este exhortaba a empresarios nacionales y extranjeros a
incrementar las actividades de la minería para contribuir al desarrollo de la
Nación. Seguramente el señor Toledo desconoce la triste realidad nuestro país,
que arrastra graves problemas sociales y donde los empresarios, políticos y
funcionarios públicos no se caracterizan por su honradez. No debemos
engañarnos, los principales beneficios económicos van dirigidos a incrementar
grandes capitales nacionales y extranjeros. No cambiemos por dinero el ambiente
saludable, armonía y fraternidad de nuestras comunidades” (Dr. Héctor A,
Quevedo Meléndez. Prensa Libre, 23-11-12).
Con estas breves y reales palabras se puede
describir la situación social y ambiental que va dejando la explotación de la
minería en de nuestros países.
En este bello territorio de Honduras, ¿no
son acaso los mismos actores destructores que entran en escena: empresarios,
políticos y funcionarios públicos?; ¿para quién es el agua que existe en el
territorio; Cuál es su principal uso y destino: LA VIDA?
Oremos con el salmista hebreo, en una
alabanza a la belleza del agua y su Creador: “¡Bendice al Señor, alma mía!
…construyes sobre las aguas tu piso alto. La cubres con el manto de los
océanos, las aguas se han detenido en las montañas…haces brotar vertientes en
las quebradas, que corren por en medio de los montes, calman la sed de todos
los animales, aves del cielo moran cerca de ellas, entremedios del follaje
alzan sus trinos. De lo alto de las moradas riegas los montes, sacias la tierra
del fruto de tus obras” (Sal 104).
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