Vulnerabilidad Ambiental

Una ecuación del sistema que impera en Honduras y en muchos países empobrecidos es, “a más vulnerabilidad ambiental, más destrucción de los bienes naturales, por tanto más empobrecidos…igual, más muerte”.

El papa Francisco resalta en la encíclica, que existe una “íntima relación entre los pobres y la fragilidad del planeta” (LS 16). Este planteamiento del papa, es un eje transversal en la encíclica, al mismo tiempo es una denuncia profética, porque resalta la mutua relación de los empobrecidos del planeta con la acelerada destrucción ambiental.

Retomamos la crítica o análisis del ERIC, sobre la situación ambiental en torno a la vulnerabilidad de la mayoría de la población del país,

“En estos tiempos en que estamos en la temporada de invierno y las lluvias del primer frente frío de la temporada, causó de nuevo los dolores de cabeza que año a año viven muchas familias del país obligadas a vivir en zonas de alto riesgo por no tener acceso a viviendas dignas en lugares seguros.

La vulnerabilidad ambiental que estamos viendo no es natural como nos lo quieren vender las autoridades de gobierno y sobre todo los políticos. Natural es que las lluvias que estamos sintiendo y que vamos a seguir sintiendo, es producto de la temporada de invierno en la que nos encontramos. Por lo tanto la vulnerabilidad ambiental, es decir que los ríos se desborden, que se inunden las comunidades pobres del país, no son naturales sino provocadas por quiénes nos han gobernado al NO poner orden en la forma como se desarrollan el país y las acciones entreguistas de nuestros bienes comunes.

Honduras entera está expuesta a inundaciones, a sequías y hasta temblores. Las tormentas, huracanes, frente fríos y terremotos son naturales sin embargo lo que no es natural son los impactos directos, fuerte y trágicos que estos fenómenos tienen sobre la población.

La lluvia, que es una bendición para esta nación, desgraciadamente por la alta vulnerabilidad ambiental se convierte en una tragedia afectando, de manera directa, a los más pobres que son además los excluidos, los empobrecidos por el sistema desigual. El sálvese quien pueda también deja como derrotados a los marginalizados, a los más vulnerables. Pero lo más grave es la utilización del dolor y de la desgracia de los más pobres para levantar el perfil de algunos políticos inescrupulosos que ven en la tragedia del otro la posibilidad de hacer proselitismo” (Radio Progreso, octubre).

Lo expuesto por el equipo jesuita, dice un poco de la situación alarmante de la seguridad civil y territorial del país, ante los fenómenos naturales; los desastres naturales se dan al encontrar la vulnerabilidad de la población con su ubicación. Bien se puede decir, que a más vulnerabilidad ambiental más padecen, migran y refuerzan el empobrecimiento del que ya son víctimas por el mismo sistema.

El papa de manera crítica lo analiza así, 

“Suele crearse un círculo vicioso donde la intervención del ser humano para resolver una dificultad muchas veces agrava más la situación…mirando el mundo advertimos que este nivel de intervención humana, frecuentemente al servicio de las finanzas y del consumismo, hace que la tierra en que vivimos en realidad se vuelva menos rica y bella, cada vez más limitada y gris, mientras al mismo tiempo el desarrollo de la tecnología y de las ofertas de consumo sigue avanzando sin límite” (LS 34). “El cuidado de los ecosistemas supone una mirada que vaya más allá de lo inmediato, porque cuando sólo se busca un rédito económico rápido y fácil, a nadie le interesa realmente su preservación. Pero el costo de los daños que se ocasionan por el descuido egoísta es muchísimo más alto que el beneficio económico que se pueda obtener” (LS 36).

Es evidente que el Estado, no está cuidando lo más frágil, que es la población y la Madre Tierra, y haciendo con esto que se produzcan más empobrecidos, al mismo tiempo que se deteriora la calidad de vida en su totalidad. 

Por eso el papa crítica de manera clara y decidida el sistema económico, que lo fortalece el sistema de las estructuras de los partidos políticos, ese que han construido las elites poderosas a nivel nacional e internacional. El papa, es crítico sobre este sistema:

“No podemos dejar de considerar los efectos de la degradación ambiental, del actual modelo de desarrollo y de la cultura del descarte en la vida de las personas (LS 43). “El ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos” (LS 48). “Pero hoy no podemos dejar de reconocer que un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social, que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres” (LS 49).

Lo que vivimos ambientalmente en Honduras, es una situación que tiene sus raíces en la injusticia y corrupción, unido a la impunidad, donde la clase política y algunos empresarios (sino es lo mismo), han constituido y desarrollado un sistema de muerte y de destrucción de los bienes naturales y la Madre Tierra.