Está amaneciendo




Esta amaneciendo aun cuando no lo percibimos: está amaneciendo en el interior de nuestra sociedad hondureña, aún sin darnos cuenta, un nuevo amanecer está presente en nuestra historia.

Con el sentido de un “nuevo cielo y una nueva tierra” se encuentran muchas PALABRAS anunciadas por los profetas de Israel, en momentos cuando la miseria, destrucción y muerte estaba presente en el Pueblo; los profetas eran esa voz de corrección, esperanza y bondad que anunciaban la BUENA NOTICIA.


Nos cuesta aceptar la corrección en lo personal y a nivel colectivo, por eso una palabra profética de corrección muchas veces no es aceptada, es rechazada. La corrección o llamada de atención, es una lucecita, es una nueva oportunidad para aprender y ser mejores; sin embargo, no lo vemos así, ni lo sentimos de esa manera. ¡Cuánto aprenderíamos sí recibiéramos la corrección con humildad! Me pregunto, que fraile, religiosa, sacerdote, obispo ha experimentado ser corregido y luego sentirse agradecido; de igual manera que chico, padre y madre de familia, profesora, gerente, político ha experimentado como un bien la corrección. Hay que estar atento a esa palabra profética que llega de diferentes maneras a nuestra vida y nos corrige para nuestro bien.

La Palabra esperanzadora cuesta creerla cuando las realidades son desalentadoras y destructivas, cuando todo parece que se no tiene salida y ya es el final de la vida. La esperanza en la vida, es una actitud y sentir que nace de la profundidad humana, que se capta sólo con el corazón, es como la voz de Dios que llega reanimando y dando vida a nuestra vida apagada, sin sueños e ilusiones. La ESPERANZA es una gran PALABRA en estos momentos, como lo fue cuando los profetas de Israel lo proclamaban.

La BONDAD en la vida es importante en la existencia humana, sin ella no se puede vivir. Todos tenemos que experimentar sentirnos amados, bondadosos unos con otros. Los profetas de Israel, siempre dieron PALABRAS tiernas y llenas de bondad dirigidas al Pueblo en momento de desolación y dolor, en tiempos de muerte. La bondad es una característica de nuestro Dios, nos queda en lo personal y colectivo experimentarla. Reconocer en la historia, en el tiempo y espacio, que nuestro Dios está presente de manera bondadosa, salvífica y liberadora es una actitud y camino de todo creyente.

Por eso canta el poeta Silvio: ¡venga la esperanza! ; Con este sentido san Francisco de Asís le llamo a Dios “sumo bien, todo bien, del cual todo bien procede”; bien escribe una pequeña escritora hondureña, “Hoy es un buen día para empezar de nuevo... Cada día hay que empezar con un corazón abrazado a la esperanza, Tomado de la sencillez…” (Viky.2012).

Julio, 2012

1 comentario:

  1. A mi me gusto este texto, y lo que entendi. es que a nosotros no nos gusta corregirnos, pero si no lo hacemos nuestro pais seguira sumergido en tantas cosas negativas; y solo cambiando nosotros primeros podemos hacer mucho, por nuestro pais proporcionandole bienestar a todos los que en el vivimos.

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