¡Viva Honduras, viva Honduras!
Este
es el grito que sale con todo pulmón en muchos estudiantes, estos días patrios.
Todo es azul y blanco, la bandera se ve con sus cinco estrellas por todos lados
donde uno camina. También los políticos, que se postulan a las primarias,
lanzan este grito que los hace verse como que les importa las grandes mayorías
de este país.
Es
curioso que este fue el mismo grito que utilizaron los líderes que dieron el
golpe de estado al presidente Zelaya: ¡viva honduras, viva honduras! es una
consigna que está dentro de cada hondureño; que los políticos aprovechan tocar.
Un
periódico matutino, publicaba estos días la noticia, que donaran 40 mil bolsas
de agua para las celebraciones de Tegucigalpa. Donde terminarán estas bolsitas,
de seguro en los causes, quebradas y ríos de nuestro bello territorio. Porqué mejor,
las empresas donan botellas que son reusables.
Estamos
de fiesta, porque recordamos el 191 aniversario de la independencia, ¿de quién
nos independizamos? ; ¿Para qué sirvió la independencia, a qué grupo o sector
favoreció la independencias que negociaron los políticos de esa época?
¿Cómo
quedó distribuida la tierra después de la independencia? ; ¿cómo se la
repartieron? Si, solo este aspecto en la patria hondureña sigue siendo un
problema grande que acarrea sangre. Algunos ejemplos: la situación del bajo
Aguan, el conflicto de la Isla de Zacate Grande, los todavía muchos
terratenientes en distintos lugares del país. La tierra es de pocos hondureños
y no siempre para beneficio de los hondureños.
Hay
otros aspectos negativos que hemos heredado de la independencia: el
derramamiento de sangre entre los mismos de la nación, en aumento y de manera
atroz; más hogares empobrecidos; la producción local de granos básicos deteriorada
y olvidada; la destrucción acelerada de los recursos naturales; la
privatización de los bienes nacionales; una educación pública con baja calidad
y poca equidad, en un conflicto magisterial permanente; un sistema de salud
nacional que no responde o cubre la demanda de las grandes mayorías;
dependencia del FMI para continuar sobreviviendo como nación, es decir,
endeudamiento externo.
Y
la clase política sigue hablando de salvar el país, ofreciendo en su propaganda
las posibilidades de tener un mejor país; ¿será un nuevo modelo de
independencia? ; ¿qué quieren hacer los políticos con esta población tan
necesitada de “buenos pastores”, de hombres y mujeres honestas, de líderes
servidores de los hondureños?
Cantemos
con esperanza el coro del Himno Nacional…
“Tu bandera es un lampo de cielo
por un bloque de nieve cruzado;
y se ven en su fondo sagrado
cinco estrellas de pálido azul;
en tu emblema, que un mar rumoroso
con sus ondas bravías escuda,
de un volcán, tras la cima desnuda,
hay un astro de nítida luz”.
Me llama la atención cómo cada país o República de Centro América celebra su "Independencia" pero la indepedencia es de Centro América... lo de las Repúblicas es posterior. En todo caso, estoy de acuerdo con las preguntas de este texto... y no falta ser expertos en historia para saber las respuestas. Muchas cosas que suceden en los pueblos las deciden unos pocos, la democracia no es representativa, manda el más fuerte (no el más inteligente, ni el más sabio...) Nos independizamos de la corona española para quedar subyugados por la burguesía criolla, luego vienen más de cien años de luchas internas entre conservadores y liberales... las víctimas y los que pagan los platos rotos siempre han sido los mismos: los más pobres, los más débiles que son manipulados por los políticos "demócratas" de uno y otro lado... y la historia continúa. ¿Cuándo llegaremos a celebrar una verdadera independencia de nuestro pueblo? No nos podremos independizar si no conocemos de quién dependemos y cómo queremos vivir. Si no entendemos los riesgos de la libertad y de la propia determinación no podremos gritar ¡Viva Honduras, libre y soberana!
ResponderEliminarexelente reflexion, esatmos de acuerdo
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