COMUNICADO
Nosotros: sacerdotes, religiosos,
religiosas y laicos, reunidos con nuestro Obispo, como Iglesia que peregrina,
en Olancho; EN ASAMBLEA DICESANA DE PASTORAL, Los días 25 y 26 de octubre de 2013,
expresamos:
1. Que, la minería a Cielo
Abierto significa la remoción de la capa superficial de la tierra para hacer
accesibles los extensos yacimientos de mineral, por lo que, puede calificarse a
esta actividad industrial como una de las más agresivas ambiental, social y
culturalmente, pues genera grandes impactos: en la superficies, en el paisaje
natural y cultural, contaminación del aire, afecta aguas superficiales,
subterráneas o freáticas, impactos considerables en flora y fauna, en el micro
clima y en las poblaciones.
2. Que, la minería a cielo
abierto utiliza de manera intensiva grandes cantidades de cianuro, sustancia
sumamente tóxica que permite recuperar el oro del resto del material removido.
3. Que tal como señala la FAO
(Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la Alimentación en
el Año Internacional de las Montañas. Roma Italia, 2002.) “… Si bien la minería puede traer beneficios
económicos a los habitantes de las zonas montañosas, estos beneficios a menudo
duran poco tiempo porque las minas llegan a agotarse… Con demasiada frecuencia
las empresas mineras extraen riquezas pero no invierten parte de sus ganancias
en las comunidades locales de las montañas, y a veces se priva a estas personas
de sus tierras, lo cual incrementa la pobreza y la inseguridad alimentaria…”
Por lo que,
1. Manifestamos
nuestra rotunda oposición a la Minería Metálica a cielo abierto y no metálica
en Honduras y en especial en el territorio de la diócesis de Juticalpa
2. Hacemos
un llamado a las autoridades locales, regionales y nacionales para que realicen
una labor honesta de vigilancia a esta actividad que trae muchas desventajas
ambientales, sociales, culturales en inclusive económicas, pues la salud del
pueblo no tiene precio.
3. Exigimos a las
Corporaciones Municipales de cada municipio del departamento de Olancho, su rechazo
rotundo a la intención de Cualquier instalación proyecto minero en cualquier comunidad del municipio.
4. Asimismo,
hacemos un llamado al pueblo, a través de sus organizaciones de la sociedad
civil para que asuman una posición vigilante, crítica y participativa ante esta
actividad económica que lejos de traer el verdadero desarrollo, trae enfrentamientos,
inestabilidad en la salud del pueblo, corrupción y pobreza.
Jose Bonnello , Obispo
Dado en Juticalpa
26 de octubre del 2013
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