El Testimonio de Isaías
“felices los perseguidos por causa del
bien, porque el reino de los cielos les pertenece” Mt 5,10.
Los días del
11 al 13 de febrero del presente año, CARITAS de la Iglesia católica, organizo
un seminario llamado “presente y futuro de la minería en Honduras. Una
reflexión pastoral”. En este evento participamos unos 150 agentes de pastoral
de todas las diócesis. Fueron invitados unos profesionales del Perú, que
expusieron sus investigaciones y experiencias sobre el tema.
En este
evento sí estaba presente el Espíritu de Jesús, asistiendo y guiando a todos
los participantes por un camino de comunión y sensibilidad en defensa y cuido
de la vida en el territorio de Honduras. Se experimento una comunión eclesial,
donde sacerdotes, obispos (tres) y pueblo entraron se unieron por el cuido y
defensa de la vida en Honduras.
También,
constatamos nuevamente, como los funcionarios del estado que trabajan en
INHGEOMIN, el Dr Roberto herrera que es el enlace gubernamental con el EITI
(iniciativa de control fiscal internacional para las empresas mineras). Hablaron
con una frialdad sobre esta realidad dramática que vive la población en
conflicto en los lugares donde hay minería en el país.
En todas las
exposiciones de los hermanos de las diócesis, se afirmó la debilidad
institucional de las instancias del Estado y la corrupción que existe, tanto a
nivel local como nacional.
Estos
hermanos que viven el conflicto donde hay empresas mineras, compartieron sus
experiencias donde se destacaban los siguientes aspectos: la corrupción
institucional del Estado de estar a favor de los empresarios, con acciones
amañadas y corruptas; la violación de los derechos de libre circulación de la
población, la afectación de los estudios escolares de los niños, la división y
conflicto de la comunidad local; la presencia de sicarios que intimidan y
asesinan a los pobladores en oposición a la minería, presencia de la policía en
defensa de las empresas mineras; minería en manos de los narcotraficantes, destrucción
de los bosques y contaminación de las aguas, afectación del paisaje ambiental y
la salud de la población.
Quiero
recordar a uno de los tantos creyentes en Jesucristo que estuvieron
participando; él con su sencillez y firmeza compartió un poco su vida, les
expreso algo de su ser discípulo y profeta de la vida:
Isaias, un
campesino promotor de pastoral social desde hace 10 años; es el único que ha
quedado como agente de pastoral en esa zona. El vive en medio de un conflicto
de la minería con la población indígena Tolupanes, Tocomapa, en Yoro, el
Progreso. El año pasado mataron 5 campesinos indígenas en esta zona del país.
Este conflicto es entre la misma población, unos a favor y otros en contra. El
gran peligro es que los mineros contratan asesinos pagados “sicarios”; este
hermano Isaías, es uno de los que no puede denunciar por temor a que lo
asesinen… me pregunto, ¿cuánto vale un hondureño campesino en el país, que nos
espera a los creyentes en estas situaciones?
Somos una
Iglesia profética, lo testifican los mártires, nuestras comunidades creyentes y
los documentos eclesiales latinoamericanos; para animarnos en el camino de fe
en Jesucristo, del anuncio del Reino de Dios en estos pueblos, retomemos unas
palabras inspiradoras del documento de Aparecida (Brasil, 2007):
“Buscar un modelo de
desarrollo alternativo, integral y solidario, basado en una ética que incluya
la responsabilidad por una auténtica ecología natural y humana, que se
fundamenta en el evangelio de la justicia, la solidaridad y el destino universal
de los bienes, y que supere la lógica utilitarista e individualista, que no
somete a criterios éticos los poderes económicos y tecnológicos. Por tanto,
alentar a nuestros campesinos a que se organicen de tal manera que puedan
lograr su justo reclamo”.
Fray Renè, ofm
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comparte tu opinión al respecto.