Feliz día del niño y niña hondureña
¡Dónde te
puso a vivir Dios, niño y niña hondureña! ; ¿Qué territorio te heredamos?
Ojala
pudieras cambiar la realidad de este país que te estamos heredando los adultos.
Son unos 4 millones de menores entre los 0 y 18 años de edad, los que viven el
drama hondureño.
Un aproximado
de 35% de niños culmina sus estudios primarios; un 43% de niñas termina ese
mismo nivel. Ya desde pequeña le toca a la niña una discriminación y represión
machista que se vive desde los hogares.
Un 24.7% de
niños y niñas tienen algún problema de desnutrición, esto evidencia el problema
del empobrecimiento de los hogares hondureños.
Unas 6 mil
niñas y niños están de alguna manera en la calle; de esos el 46% vive en la calle, el 94% de estos menores confirma haber consumido algún tipo de droga.
Estos menores los vemos ambulando por las calles, y lo que sentimos muchas
veces es repulsión, miedo y rechazo.
En la
actualidad existen unos 350 mil niños y niñas trabajando, la mayoría en el área
de comercio, ayudantes de todo tipo, limpiadores de todo, creo que son los que
vemos en los semáforos de la capital.
Otro aspecto
del empobrecimiento de las familias, es la migración. Cada semana 60 y 70 niños
entre edades de 5 a18 años son deportados; cada vez más asusta el número de
niños y niñas que son deportados sin ningún adulto, ¿cómo les irá a estos
pequeños por el trayecto a los EU?
Todavía más
dramático es que de 1998 a junio de 2013, unos 8,500 niños y niñas han sido
asesinados. Esto unido a los abusos sexuales de los que son víctimas, la
fiscalía recibió en lo que va del año 180 denuncias.
Desde el
tiempo de Jesús, los niños y más las niñas, no tenían espacio digno en la vida
social y religiosa del pueblo judío. En los evangelios hay un pasaje que
presenta la opción de Jesús por la vida dignidad de los niños y niñas, cuando
reprende a sus discípulos, diciéndoles: “dejen a los niños y no les impidan que
se acerquen a mí, porque el reino de los cielos pertenece a los que son como
ellos” (Mt 19,13-14). Jesús rompe con prácticas culturales y religiosas del
pueblo judío, por ser acciones que marginan, humillan y destruyen la vida
humana.
Todavía más,
para los que somos seguidores de Jesús, sabemos que el camino de estar
participando del Reino de Dios, no se da simplemente al entrar por la puerta de
un templo, ni por conocer la doctrina católica, sino por ser, sentir y actuar
como un niño.
Los adultos
de esta sociedad, maestros, entrenadores, comunicadores, empresarios,
políticos, papá, mamá, líderes y jerarcas cristianos, estamos llamados a
cuidar, promover y ayudar a crecer dignamente a los niños y niñas de este país.
Hay que
preguntarnos los adultos, además de la estructura y tejido social ya
mencionado, cuál es el país que les estamos heredando a las futuras generaciones
en cuanto a los recursos naturales, ¿cuántos ríos, bosques, que océano y
biodiversidad les estamos dejando con toda su vitalidad?
Es lamentable la situación que deja ver este artículo; pero aunque no tengo datos de otros países, la situación se percibe similar. Los niños debieran ser objeto de atención específica en muchas materias (nutrición, educación, salud, respeto en el hogar, valores, principios, etc.) ya que constituyen el futuro mediato. ¿Quién de los niños que tienen acceso a la educación será en un par de décadas, presidente de la república? ¿quién de ellos dirigirá al país? ¿quién optará a la delincuencia por hambre? ¿quién, habiendo sido objeto de delitos sexuales, reproducirá esa misma mala acción? No es posible cerrar los ojos a tan terribles realidades: en los niños, estamos sembrando el futuro de nuestros países. ¿Qué cosecharemos? Y esto, es asunto de todos: gobiernos, sociedad civil, comerciantes, Iglesias... Nadie puede ser indiferente! Pregúntemonos cada uno: ¿qué estoy haciendo y qué puedo hacer en mi país? Acción y no sólo oración!!!
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