BERTA CACERES



“Hace justo un año, la noche del 2 de marzo de 2016, fue perpetuado el asesinato en contra de Berta Cáceres, la principal lideresa del movimiento social hondureño, de trascendencia latinoamericana y mundial. Un año después, el escándalo internacional sigue sacudiendo al país, el impacto mediático continúa y la indignación de la sociedad se sostiene gracias a la insistencia de los familiares, de su organización base el COPINH y de cientos de organizaciones como el Movimiento Amplio que somos conscientes de que su crimen fue perversamente planificado por una clase política-económica que se mantiene en la impunidad” (MOVIMIENTO AMPLIO POR LA DIGNIDAD Y LA JUSTICIA (MADJ).
Hacemos memoria viva, de un año de “la siembra de Berta”…esta frase acuñada por los pueblos lencas, y el movimiento social, es toda una realidad hoy. Un año de siembra, simboliza y recrea el sentido de la semilla sembrada, que ha germinado por sí misma, con toda fuerza buscando generar vida. Esta misma figura está en las parábolas de Jesús de Nazaret, cuando habla de la semilla del reino de Dios, que es sembrada y que crece con su propia fuerza creadora, que no se puede detener porque ya crece: Mc 4,26-29.

La figura de la semilla es muy enriquecedora para comprender una vida que da fruto, tiene un proceso como la semilla, que tiene que entrar a la tierra y germinar, desarrollando lo mejor de sí, sus frutos de vida, para que otros tengan vida: las futuras generaciones.

De igual manera Berta Cáceres, es como lo dice de otra forma Jesús, hablando de sí mismo, pero refiriéndose al martirio de los que lo seguirán: “si el grano de trigo…muere da mucho fruto” (Jn 12,24). El grano entró en la tierra para transformarse y dar frutos renovados, frutos que darán alimento…hoy podemos decir que esos frutos de Berta son un pueblo más consciente, que lucha por la justicia y la equidad, por el cuido y la defensa de los bienes naturales y la vida de los pueblos indígenas. 

Otra frase o consigna que el movimiento social grita y canta, es: “Berta no murió, se multiplicó”…es una frase y realidad que dice del sentido de la resurrección, al igual que la vivencia de Jesús: que sigue estando presente en medio de su pueblo, con la fuerza del Espíritu que recrea y transforma todo. Jesucristo se multiplicó en tantos que hoy vivimos desde su espiritualidad; lo mismo, Berta está en muchos que hoy nos mueve esa misma espiritualidad que impulsa a cuidar y defender la madre Tierra, junto con sus bosques y sus ríos. 

Otro discípulo de Jesús, que usó directamente una frase como la que se dice de Berta, es Mons Oscar Romero: “Como cristiano, no creo en la muerte sin resurrección: Si me matan, resucitaré en el pueblo salvadoreño” (marzo, 1980).

Sí Berta, haz resucitado en tu pueblo hondureño, estas presente en cada mujer, hombre, joven, niño y niña que siente la pasión de cuidar y defender esta creación, los bienes de la Madre Tierra que fueron dados para todos y todas, para generar vida con todos las criaturas que formamos esta comunidad de vida.

La otra frase de Jesucristo que va con vos Berta, que te hace presente, es la de: “Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados” (Mt 5,6). 

Toda la entrega, Berta la realizó con esa “sed de justicia”, de equidad y de vida digna para todos y todas. Dejaste sembrada esa semilla de justicia social, de verdad liberadora anti colonialista y patriarcal, de solidaridad y lucha que defiende la vida. 



Por tu manera de vivir Berta, tuviste que morir asesinada, como el Maestro Jesús que por su proyecto liberador (Lc 4,16-21), le toco pagar con su vida, por mantenerse fiel a la voluntad del Padre, ante esos poderes facticos: del sanedrín, el emperador romano y Herodes. “felices los perseguidos por causa del bien, porque el reino de los cielos les pertenece” Mt 5,10.“Hace justo un año, la noche del 2 de marzo de 2016, fue perpetuado el asesinato en contra de Berta Cáceres, la principal lideresa del movimiento social hondureño, de trascendencia latinoamericana y mundial. Un año después, el escándalo internacional sigue sacudiendo al país, el impacto mediático continúa y la indignación de la sociedad se sostiene gracias a la insistencia de los familiares, de su organización base el COPINH y de cientos de organizaciones como el Movimiento Amplio que somos conscientes de que su crimen fue perversamente planificado por una clase política-económica que se mantiene en la impunidad” (MOVIMIENTO AMPLIO POR LA DIGNIDAD Y LA JUSTICIA (MADJ). 

Hacemos memoria viva, de un año de “la siembra de Berta”…esta frase acuñada por los pueblos lencas, y el movimiento social, es toda una realidad hoy. Un año de siembra, simboliza y recrea el sentido de la semilla sembrada, que ha germinado por sí misma, con toda fuerza buscando generar vida. Esta misma figura está en las parábolas de Jesús de Nazaret, cuando habla de la semilla del reino de Dios, que es sembrada y que crece con su propia fuerza creadora, que no se puede detener porque ya crece: Mc 4,26-29. 

La figura de la semilla es muy enriquecedora para comprender una vida que da fruto, tiene un proceso como la semilla, que tiene que entrar a la tierra y germinar, desarrollando lo mejor de sí, sus frutos de vida, para que otros tengan vida: las futuras generaciones. 

De igual manera Berta Cáceres, es como lo dice de otra forma Jesús, hablando de sí mismo, pero refiriéndose al martirio de los que lo seguirán: “si el grano de trigo…muere da mucho fruto” (Jn 12,24). El grano entró en la tierra para transformarse y dar frutos renovados, frutos que darán alimento…hoy podemos decir que esos frutos de Berta son un pueblo más consciente, que lucha por la justicia y la equidad, por el cuido y la defensa de los bienes naturales y la vida de los pueblos indígenas. 

Otra frase o consigna que el movimiento social grita y canta, es: “Berta no murió, se multiplicó”…es una frase y realidad que dice del sentido de la resurrección, al igual que la vivencia de Jesús: que sigue estando presente en medio de su pueblo, con la fuerza del Espíritu que recrea y transforma todo. Jesucristo se multiplicó en tantos que hoy vivimos desde su espiritualidad; lo mismo, Berta está en muchos que hoy nos mueve esa misma espiritualidad que impulsa a cuidar y defender la madre Tierra, junto con sus bosques y sus ríos. 

Otro discípulo de Jesús, que usó directamente una frase como la que se dice de Berta, es Mons Oscar Romero: “Como cristiano, no creo en la muerte sin resurrección: Si me matan, resucitaré en el pueblo salvadoreño” (marzo, 1980). 

Sí Berta, haz resucitado en tu pueblo hondureño, estas presente en cada mujer, hombre, joven, niño y niña que siente la pasión de cuidar y defender esta creación, los bienes de la Madre Tierra que fueron dados para todos y todas, para generar vida con todos las criaturas que formamos esta comunidad de vida. 

La otra frase de Jesucristo que va con vos Berta, que te hace presente, es la de: “Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados” (Mt 5,6). 

Toda la entrega, Berta la realizó con esa “sed de justicia”, de equidad y de vida digna para todos y todas. Dejaste sembrada esa semilla de justicia social, de verdad liberadora anti colonialista y patriarcal, de solidaridad y lucha que defiende la vida. 

Por tu manera de vivir Berta, tuviste que morir asesinada, como el Maestro Jesús que por su proyecto liberador (Lc 4,16-21), le toco pagar con su vida, por mantenerse fiel a la voluntad del Padre, ante esos poderes facticos: del sanedrín, el emperador romano y Herodes. “felices los perseguidos por causa del bien, porque el reino de los cielos les pertenece” Mt 5,10.

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