Todo hondureño es mi hermano…
Entre los pasos que
tenemos que dar como sociedad hondureña, es confiar menos en las armas que
matan vidas humanas. Dejar de creer que entre más armados estamos, más
tendremos seguridad en las calles, en los hogares y en los caminos…en las
Iglesias.
Cada militar o policía,
cada joven perteneciente a una mara, cada “sicario”, cada empresario y
comerciante, civil o niño…que utiliza una arma para “defenderse o asesinar”, es
tan hondureño, igual en deberes y derechos, tan de carne y hueso, con corazón y
sentimientos, posible con fe en Jesucristo, con una familia que ama, con una
historia, una cultura y un pedazo de tierra donde vive…
Cada hondureño tiene un
gran anhelo de vivir con alegría, con salud, en armonía y paz; cada hombre y
mujer de este país, quiere compartir la casa común que nos tocó en este
territorio marcado por las fronteras políticas; sentir que esta es su tierra,
que no solo es de un grupo de familias, que se ha hecho dueño poco a poco, de
este bello territorio llamado HONDURAS.
Al finalizar el año
2015, vemos que la institución militar tiene que ser mejor preparada para
cuidar y proteger al hondureño, aun cuando es muy complicado enfrentar humanos
que están dispuestos a asesinar, la tarea por mandato constitucional de todo
“uniformado” es cuidar y defender la población del país, por eso es doloroso
los hecho que se describen a continuación.
“En la madrugada del
domingo 27 de diciembre, miembros de la Fuerza Naval atacaron a un grupo de
Garífunas que se encontraban en Iriona, Colón, intentando mover un carro que
estaba atascado en la playa.
Según la versión de
varios testigos, aproximadamente 20 militares llegaron disparando sin mediar
palabra contra las personas que se encontraban en el lugar y asesinaron a los
jóvenes Joel Palacios Lino y Elvis Armando García.
Inmediatamente, las
Fuerzas Armadas emitieron un comunicado en el que aseguraron que las muertes
fueron el resultado del fuego cruzado entre elementos de la Fuerza Nacional de
Seguridad Interinstitucional (FUSINA) y los garífunas, dejando entrever que
dicha acción estaba relacionada con el tráfico de drogas.
Aunque siempre que los
militares se han visto involucrados en acciones ilegales han tenido una excusa
para justificarse, cada vez es más recurrente el argumento de la lucha contra
el narcotráfico, lo cual debe llamarnos la atención y ponernos en alerta a la
luz de lo sucedido en Colombia con los falsos positivos.
El mismo argumento de la
lucha contra el tráfico de drogas fue utilizado cuando en un operativo militar
murieron 4 indígenas misquitos y 7 resultaron heridos en Ahúas” (ERIC, Radio
Progreso).
El papa Francisco nos
hace referencia a que todos somos hermanos, y un hermano es “guardián” de su
hermano, así lo expresa en el mensaje del 1 enero del 2016, “hace un año, en el
Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz «no más esclavos, sino hermanos», me
referí al primer icono bíblico de la fraternidad humana, la de Caín y Abel (cf.
Gn 4,1-16), y lo hice para llamar la atención sobre el modo en que fue
traicionada esta primera fraternidad. Caín y Abel son hermanos. Provienen los
dos del mismo vientre, son iguales en dignidad, y creados a imagen y semejanza
de Dios; pero su fraternidad creacional se rompe” #5.
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