DEFENSORES INTERNACIONALES DE DERECHOS HUMANOS SECUESTRADOS POR HOMBRES ARMADOS DE EMPRESA MINERA EN HONDURAS




DEFENSORES INTERNACIONALES DE DERECHOS HUMANOS SECUESTRADOS POR
HOMBRES ARMADOS DE EMPRESA MINERA EN HONDURAS


El 25 de julio de 2013, dos acompañantes internacionales de PROAH (Proyecto de Acompañamiento

Internacional en Honduras)1 de nacionalidad suiza y francesa, fueron secuestrados por dos horas y

media en la comunidad de Nueva Esperanza por hombres armados que vigilan las obras mineras de
Lenir Pérez, dueño de la empresa Minerales Victoria. Los hombres armados llevan casi dos meses en
esta comunidad campesina en el departamento de Atlántida, atemorizando a los pobladores y
amenazando a los que no quieren vender su tierra a la minera.

El secuestro de acompañantes internacionales de derechos humanos es otro ejemplo más de la gravedad

de la situación en La Nueva Esperanza. La comunidad vive en un estado diario de indefensión,
sufriendo intimidaciones por su oposición pacífica a este proyecto de exploración minera que le han
impuesto contra su voluntad y sin ninguna consulta2. Tal es la seriedad de las amenazas que algunos
pobladores han tenido que huir de sus casas.

Ante esta situación, y en respuesta a las solicitudes por parte de miembros de la comunidad, PROAH

está acompañándola a través de la difusión de información y de alertas a nivel internacional, y ha
visitado la comunidad en varias ocasiones.

El 24 de julio, los dos miembros de PROAH pasaron la noche en la casa de una familia en la

comunidad de El Zapote, cerca de La Nueva Esperanza, para acompañarla en vista de las amenazas que
han recibido por resistirse a vender sus tierras a Lenir Pérez3. A las 9.00 de la mañana, al día siguiente,
el 25 de julio, 7 hombres fuertemente armados llegaron a la casa, amenazando a los dos acompañantes
con sus escopetas, reforzados por entre 25 y 30 hombres con machetes, trabajadores de las obras de
exploración minera, liderados por un hombre que miembros de la comunidad identificaron como
Wilfredo Funes. Éste dijo a los acompañantes que tenían que irse porque estaban impidiendo su
trabajo. Los miembros de PROAH explicaron su trabajo de acompañamiento internacional a
defensores de derechos humanos. En un momento, sonó el teléfono de Wilfredo Funes que dijo que 'el
jefe' quería hablar con los acompañantes. Uno de ellos preguntó si era Lenir Pérez. Funes se mostró
sorprendido y dijo “Ya sabes?” pero cuando le pasó el celular, la persona colgó. Otros hombres
armados (según miembros de la comunidad hay 12 en total allí) persiguieron disparando al dueño de la
casa que se encontraba fuera, hasta que llegó a su hogar.

Después de una hora, el líder de los hombres armados obligó a los miembros de PROAH a salir de la

casa, amenazando con usar la fuerza si hiciera falta. También dijo que si volvieran, les “perderían en el
bosque”. Les obligó a caminar durante una media hora a La Nueva Esperanza, rodeados por los



hombres con armas y machetes, quienes intimidaron sexualmente a la acompañante francesa. Les

forzaron a borrar las fotos de la maquinaria de las obras mineras. Luego, Wilfredo Funes y un
ingeniero de la minera los obligaron a subir en un pickop, con tres hombres armados en la paila. Antes
de soltarlos, Wilfredo Funes dijo que si los miembros de PROAH denunciaran los hechos, la
comunidad sufriría represalias. Dejaron a los acompañantes en la comunidad de Nueva Florida a las
11.30 am, después de dos horas y media de captura. Esperaron allí durante una hora a una patrulla de
policía que los llevó a Tela.

Indudablemente, la presión ejercida por el COFADEH, PROAH, y otros defensores de derechos

humanos, incluso miembros de la comunidad, para denunciar y solicitar intervención inmediata a las
autoridades de seguridad nacionales y miembros del cuerpo diplomático, fue un factor decisivo que
permitió su liberación.

Es significativo que, el día anterior, los defensores habían informado a la posta policial de Buena Vista,

en camino a la comunidad, de su llegada, identificándose como observadores de derechos humanos.
Sin embargo, mientras sucedían los hechos, no se encontraban los policías en la posta.

Un miembro de la comunidad informó a PROAH que esa misma noche, hombres armados de la minera

pasaron por La Nueva Esperanza en motocicleta disparando al aire. La familia donde estaban
hospedados los acompañantes al principio de su secuestro tuvo que huir de la comunidad por su
seguridad.

El 27 de julio, se formó una caravana de 250 activistas nacionales e internacionales que visitaron a La

Nueva Esperanza para mostrar su apoyo.

Este incidente es un ejemplo más de la persecución de los pobladores de la Nueva Esperanza y las

entidades que los acompañan en la defensa de derechos humanos. Dos líderes de la comunidad, César
Alvarenga y Roberto García, miembros del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ),
son beneficiarios de medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH) por haber recibido mensajes de texto por teléfono con amenazas de muerte de Lenir
Pérez en agosto de 2012.4 El sacerdote guatemalteco César Espinoza, párroco de Arizona, que incluye
la comunidad, y quien ha estado activo en su defensa, también ha sido blanco de ataques similares, al
recibir amenazas de “supuestos trabajadores mineros” en su celular en enero de este año.5 Era debido
en gran parte a la preocupación por su caso, junto con la falta de respuesta de las autoridades ante la
situación en La Nueva Esperanza, que la Diócesis de La Ceiba emitió un pronunciamiento sobre la



minería en la región en junio de este año.6





Ante estos hechos, PROAH solicita a la comunidad internacional y nacional, instar a las autoridades de

Honduras a:




· Asegurar que los hombres armados que vigilan las obras mineras de Lenir Pérez sean retirados

de la zona de inmediato.




· Llevar a cabo una investigación inmediata, exhaustiva e imparcial sobre los hechos

denunciados, solicitando que los resultados se hagan públicos y que los responsables
intelectuales y materiales de las amenazas e intimidaciones contra miembros de la comunidad
en oposición a la actividad minera y otros/as defensores/as de derechos humanos, y el secuestro

de los acompañantes de PROAH comparezcan ante la justicia.





· Tomar las medidas necesarias para que cese el hostigamiento y amenazas contra todos los

miembros de la comunidad de Nueva Esperanza.




· Tomar medidas urgentes para implementar la Declaración sobre el Derecho y el Deber de los

Individuos, los Grupos y las Instituciones de Promover y Proteger los Derechos Humanos y las
Libertades Fundamentales Universalmente reconocidos, adoptada por la Asamblea General de
Naciones Unidas el 09 de Diciembre de 1998.




· Asegurar la aplicación de lo dispuesto en dicha Declaración en particular en lo referente a la

protección del derecho de toda persona "…individual o colectivamente, a promover y procurar

la protección y realización de los derechos humanos y las libertades fundamentales, en los

planos nacional e internacional”.



27 de julio de 2013

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